martes, 5 de enero de 2010

Noche lluviosa de Reyes, Barça, augurios funestos y Vargas Llosa.


Noche de Reyes, llueve desde hace varias horas. Agua suave, inclemente, que baña las calles iluminadas por los paneles navideños, pasado mañana se apagarán, al fin. Barça-Sevilla a las diez de la noche. ¿No deberían hacer una película de Disney? Los tiempos cambian y los gustos de los niños también. A lo mejor esperan ver a los Reyes Magos  sentados en el palco junto a Joan Laporta. Los tiempos cambian, pienso, pero hay situaciones que persisten. Ha llegado el 2010 acompañado de los mismos pronósticos agoreros que nos persiguieron en los últimos meses. Escucho en la radio como nuestros gobernantes, ya sean autonómicos o estatales, se empeñan en sostener que los nuevos datos del paro no son tan malos. "El año pasado se destruyeron 140.000 puestos de empleo por estas fechas y ahora sólo se han destruido 55.000" dice un político cuyo nombre prefiero olvidar. Qué gran consuelo, probablemente los 140.000 que se quedaron en paro el año pasado siguen en esa misma situación. El panorama es descorazonador pero siento que la sociedad está anestesiada frente a la realidad. Quizás esa anestesia sean las veinticinco horas semanales de "Ahógame"  o sucedáneos,  aderezados con Felén Estefán y sus secuaces: sensacionalismo, griterío, amarillismo, el patio de vecinas convertido en espectáculo y sentando cátedra. Sin lugar a dudas, ayer no había atisbos de crisis en el kilómetro de cola rodeando la caja de la FNAC o en la elevada concentración por metro cuadrado de Visas Oro en el Corte Inglés. 


Presenciamos cómo todo se derrumba, impertérritos, impasibles: familias enteras desocupadas, población activa abocada a la precariedad, personas en la cincuentena desempleadas, que se ven en el paro después de toda una vida de esfuerzo y trabajo consagrada a una empresa, inmigrantes que han dejado todo en su país de origen en busca de un futuro mejor y que ahora no tienen nada... ¿No estoy inmunizada frente a la crisis? ¿No me han vacunado? ¿Presento un desarreglo de pesimismo agudo aun cuando todavía no he perdido mi trabajo?


En la televisión aparece Guardiola, más anestesia. Mientras los jugadores se debaten en el terreno de juego leo "¿Quién mató a Palomino Molero?" de Mario Vargas Llosa, alzo la mirada de vez en cuando, en un conato frustrado de comprender la evolución del juego.  La novela es fresca, intrigante, me gusta. Los tiempos cambian, pienso, pero los buenos libros permanecen.


Me iré a dormir pronto. Ojalá los Reyes Magos, cuando abandonen el palco que comparten con Laporta, se acerquen a nuestras casas para obsequiarnos con salud e ilusión y así sobrellevar con éxito los retos y desafíos del 2010. No deseo nada más. 


Felices Reyes!

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