Hace
unas semanas vi el documental Lennonyc en el marco del festival Inedit
Beefeater. Una apuesta que se consolida año tras año en Barcelona y que, al
llegar el otoño, nos trae algunas propuestas sumamente interesantes. Ésta fue
una de ellas. El documental se centra en los años que pasó John Lennon en Nueva
York, ciudad en la que se instala con Yoko Ono, tras un intento frustrado de
vivir en Londres dónde no consiguieron adaptarse, ya que Yoko recibió un
profundo rechazo por parte de la población londinense. Supongo que se la
consideraba la responsable de la ruptura del grupo beat. En Nueva York el
artista consigue vivir tranquilo, recupera cierto anonimato y puede vivir como
un ciudadano más de a pie.
Pronto
John Lennon contacta con representantes del
movimiento pacifista e inicia una cruzada particular en defensa de los
derechos humanos y la paz. Su popularidad le ayuda a extender su mensaje a un
sector amplio de la población. Estas actuaciones no gozan de la aceptación del
Gobierno, la respuesta gubernamental es su expulsión del país. Recurren la
sentencia de deportación y se inicia un proceso judicial que durará varios
años. Finalmente y contra todo pronóstico, años después, conseguiran la
residencia norteamericana.
Paralelamente
a estas iniciativas. Empieza a componer, forma una banda. Su primer disco en
solitario será un rotundo fracaso de ventas y de crítica. A esto se sumará su
posterior ruptura con Yoko Ono. Se instala en Los Ángeles. Es el inicio de una
fase de autodestrucción, beberá, saldrá mucho y la música quedará a un lado.
Sin Yoko, el artista está perdido.
Compone
una canción con Elton John que se convertirá en un éxito de ventas. A petición
del cantante, interpretará esa canción con él en un concierto en el Madison
Square Garden. A pesar de sus escasas
apariciones en los escenarios de los últimos años, John Lennon es ovacionado
por el público asistente, no le olvidan. Yoko Ono se encuentra entre los
espectadores. Tras el concierto hablan y llega la reconciliación.
Tendrán
un hijo, Sean. En esa época, Yoko se ocupa de los negocios y John se convierte en amo de casa. Abandona la
música temporalmente, sólo quiere disfrutar de su hijo, verle crecer, jugar con
él. Su entorno dice que John ha cambiado, está tranquilo, feliz. La paternidad
le ha barnizado con un toque de serenidad.
Pero
pasan los años y el artista siente el reclamo de la música, tiene que volver. En
1980 graban dos discos, en los que se alternan los temas de John y Yoko. Antes de Navidad, meses después de la publicación del primer disco, es asesinado delante de su casa. La
gente llora la muerte de una estrella del pop. Empieza la construcción de una
leyenda.