miércoles, 2 de enero de 2013

New Year's Eve

Un año se acaba. Muchos hacen balance y yo me pregunto: ¿Por qué? No obstante, yo escribo porque creo que hoy hay que decir algo aunque no sepa muy bien el qué. Desconcierto. Mensajes institucionales para un 2013 que no gusta a los supersticiosos. Leo que Salgari y sus Misterios de la jungla negra marcaron la infancia de algunos niños en los cincuenta. No lo leí, no había nacido entonces. Mis lecturas de la infancia fueron escasas: Oliver Twist, Mujercitas, El Libro de la Selva, el único volumen de Zipi y Zape que tuve, entre otras. Volvía a esas lecturas una y otra vez hasta que descubrí  la biblioteca del colegio, páginas inexploradas, vírgenes, que me aguardaban en los anaqueles.  Quizás deberíamos haber leído más libros de aventuras, creernos que otro mundo es posible. El pesimismo, la resignación, la frustración nos rodea. No hacemos nada para cambiarlo. Tarde o temprano pasará algo, aunque no sabemos cuándo. El látigo no puede fustigar los espíritus indefinidamente, o nos convertimos en esclavos o nos rebelamos contra el maltrato.

¡Feliz 2013!

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